Apariciones y locuciones de Jesús
Hay que enfatizar sobre las innumerables apariciones, visiones, locuciones de Jesús y la Virgen María a Luisa, como el alma más privilegiada después de la misma SS Virgen María, que ha caminado sobre esta tierra. Jesús fue tan lejos como decir que en el Cielo ella se sentará a su Izquierda, mientras que su madre se sentará a Su Derecha.
Desde la tierna edad de 3 hasta los 10 años de edad, el demonio atacó a Luisa con apariciones y sueños desde que percibió que Dios tenía un especial designio sobre ella, que le daría Gran Gloria a Dios y una aplastante derrota a su reino infernal.
Sin importar sus duros esfuerzos, ella no pudo tener pensamientos impuros ni afectos que le llegaran.
A los trece años de edad, mientras meditaba sobre las tristezas de la Pasión de Ntro. Señor Jesús, se sintió sobrecogida de tristeza que se asomó a su balcón para respirar aire fresco.
Entonces presenció la aparición de Jesús cargando la pesada cruz, empujado ya para un lado, ya para el otro por una muchedumbre de gente, con respiros entrecortados y chorreando sangre por su cara.
Jesús levantó los ojos hacia ella, pidiéndole: “Alma, ayúdame! Luisa regresó a su cuarto, llorando profusamente por cuanto Jesús estaba sufriendo.
Luisa Piccarreta
Segunda Aparición de Jesús
Desde ése día en adelante, ella aceptó sufrir por amor a Nuestro Señor Jesús. Entonces tuvo una segunda aparición de Jesús sufriente, y fue movida por la Gracia a ofrecerse como víctima, un estado al que Jesús y la SS Virgen María la estaban llamando.
A los diecisiete años de edad, Luisa comenzó a vomitar su comida y a estar intermitentemente confinada a su cama. Todo esto contrarió a su familia, los doctores y sacerdotes que al principio no comprendían la mística enfermedad que padecía como parte de su enclaustramiento y Víctima voluntaria para los pecados del mundo. Desde ése momento, hasta su muerte 65 años después. Luisa vivió sin alimento ni agua, vivió solamente de la Eucaristía y el Don de la Divina Voluntad.
A la edad de veintidós años, Luisa permaneció en cama. El 16 de octubre de 1888, a la edad de veintitrés años, Luisa recibió la Gracia del Matrimonio Místico, y once meses después, Jesús la sacó de su cuerpo, llevándola al Paraíso donde tuvo la aparición de la SS Trinidad y la Corte Celestial entera, y ante su presencia, ella se unió a Jesús en Místicos Esponsales.
Pocos días después, mientras recibía la Sagrada Comunión, Luisa a la edad de veinticuatro años, le fue entregado el Don de la Divina Voluntad, una gracia mucho mayor que el Matrimonio Místico. En ése momento, Luisa perdió sus sentidos corporales y su alma presenció la aparición de la SS Trinidad, quien a una sola voz, le dijo:
“Estamos por aceptarte como nuestra y tomar posesión de tu alma”. Mientras escuchaba esto, Luisa vio cómo la SS Trinidad entró en ella y tomó posesión de su corazón, diciendo: “En tu corazón haremos nuestro recinto permanente.”
El Tercer Fiat de Dios inicia en el alma de Luisa, desde ése momento y desde ése instante, el Reino de Dios comienza a formar su reinado sobre la tierra. I continúa su desarrollo en silencio y escondido en las almas preparadas por María, la Reina y Madre de la Divina Voluntad.
La causa de Beatificación de Luisa se abrió en Roma en 1994.