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Los Giros En La Divina Voluntad Parte 1

 


 

La Corona Del Fiat Creador, Redentor Y Santificador contiene veinticuatro meditaciones divididas en cuatro partes que llamamos "Las veinticuatro Horas del dia en la Divina Voluntad." La corona está formado por siete grupos de tres cuentas pequeñas cada uno: una blanca, otra roja y otra verde, separados por una cuenta grande de color blanco. La Corona termina con una medalla de la Virgen de Guadalupe, que tiene detrás la palabra FIAT.

Pedir con insistencia el don
Las cuentas de la "Corona" son de tres colores: Blanco, Rojo y Verde, en recuerdo de lo ocurrido a La Sierva de Dios, Luisa Piccarreta, que a los 23 años recibe de Dios la gracia llamada: "El Matrimonio Místico", gracia recibida en presencia de la Santísima Trinidad, cuando Jesús le dio un anillo con tres piedras preciosas: la primera blanca, la segunda roja, la tercera verde; que simbolizan a la SS. Trinidad y a las Virtudes Teologales. Y ese mismo día, como Jesús le dice años después, Dios le dio el "Don de la Divina Voluntad". Este es el "Don" que con insistencia pedimos al rezar esta Corona, y que es el mismo que pedimos en el Padre Nuestro.

La Corona tiene derecho "El giro o paseo del alma en la Divina Voluntad" porque las veinticuatro meditaciones que contiene son como un paseo en forma de reflexión y oración, acerca de las obras maravillosas que la Santísima Trinidad ha realizado desde la Creación del mundo por amor a sus hijos. En este paseo contemplamos estas Obras de


Dios con la breve meditación de cada "Hora" que nos ayuda a considerarlas con amor y gratitud, a recordarlas y acogerlas, y a dar por ellas nuestra pequeña correspondencia de amor a nuestro Creador. La Corona Del Fiat Creador, Redentor Y Santificador
La Corona del FIAT creador, redentor y santificador

Ya que en el paseo que hacemos visitamos brevemente la Creación, la Redención y la Santificación dé toda la familia humana, a la "Corona" la llamamos "Corona del FIAT creador, redentor y santificador". Ya habrás empezado a notar que la palabra "FIAT" a menudo se repite, y te preguntarás su significado. "FIAT" es una palabra en latín que quiere decir "Hágase". En el Eterno Plan de Dios es muy importante, pues Ella está en la raíz y es la Vida de las Tres grandes Obras de Dios, que aquí consideramos: la Creación, la Redención y la Santificación del hombre. Tu sabes que "... Por la Voluntad de Dios todo lo que no existía fue creado", esta Voluntad Divina, para crear quiso pronunciar una palabra, y esta fue: "FIAT LUX", es decir, "Hágase la luz", y así Dios inició la creación de todo lo que existe. La obra de la Redención, es fruto también de la Voluntad de Dios y se realizó mediante la Encarnación del

Verbo, su Pasión, Muerte y Resurrección. Ahora bien, para que esta Voluntad Salvífica se cumpliera, Dios decretó que otro FIAT fuera pronunciado, pero ahora debía ser el de una criatura, y fue María quien con su "FIAT MINI", el "Hágase en mi según tu palabra", acogió y abrió la puerta a esta grandiosa Obra. La plenitud de la Redención, que es la Santificación del hombre y la perfecta Glorificación de Dios, tendrá su total desarrollo cuando se cumpla el Tercer FIAT, el "FIAT VOLUNTAS TUA", el "Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo."

Criatura con su pequeño Fiat
En este Tercer FIAT, la iniciativa también es de Dios, y al igual que para el de la Redención, es necesario que la criatura responda con su pequeño Fiat, que como María debemos pronunciar y vivir cada día y en cada uno de nuestros actos, y así Dios reinará en nosotros como en el Cielo así en la tierra. El cumplimiento o realización de este tercer o último FIAT es la coronación de todas las obras de Dios, es un Don maravilloso, inmenso, e inmerecido que Dios quiere dar a toda la humanidad, es el "Reino del FIAT en medio de las criaturas" es el "Reino de la Voluntad de Dios corno en el Cielo en la tierra"; es el Reino que Jesús conquistó para nosotros y que nos enseñó a pedir al Padre.

Dios quiere darnos la plenitud de este Reino de Santidad, Belleza, Amor y Felicidad Infinita, pero quiere que nosotros nos dispongamos a recibirlo, para ello es necesario conocerlo, amarlo, desearlo y pedirlo. Para conocer este Reino debemos meditar la Palabra de Dios y lo