Santidad en la Divina Voluntad
Queridas Almas, a continuación el resumen de lo que es vivir en la Voluntad de Dios:
Es descansar confiado, querido y amado de Dios, consciente de que no existe nada que se compare ni remotamente a esta nueva y Divina forma de Santidad de vivir en la Divina Voluntad.
Jesús mismo llama el vivir en la Divina Voluntad, el Prodigio de prodigios, la Santidad de las santidades. No hay nada que la Divina Voluntad no haga en tu alma, si la dejas reinar en ella.
No hay otra cosa más que Dios nos pueda dar que su propia Voluntad Divina. El entrega todo lo que tiene: a Sí Mismo y Todos sus Bienes, su Felicidad, su Gozo y su Paz.
La DV Diviniza nuestros Actos
Sepan que todo aquel que rechace aprender a vivir la Voluntad de Dios habrá colocado una insondable barrera frente a Dios y sus diseños amorosos, evitando que ésta alma realice las intenciones que Dios ha tenido para nosotros desde el principio de los tiempos: Divinizar todos nuestros actos, aquí en la tierra y convertirnos en otros Jesús: perfectas imágenes de sí mismo. Solo la Divina Voluntad tiene el poder de hacer ésto, y rechazando entrar en ésta Voluntad Divina, habrás frustado el propósito original de Dios en la Creación.
Por lo tanto, queridas almas, háganse el favor de leer los escritos sobre la Divina Voluntad dados a Luisa Picarreta.
Ellos abren las cerraduras de la puerta del conocimiento, para poder recibir este inestimable Don. Harás que regrese la
sonrisa del Cielo, con aquellas celebraciones y fiestas originales en tiempos de Adán y Eva, antes de la caída.
No quisieras secar las lágrimas de Jesús?
Está sofocándose en sus propias llamas de Amor, y necesita una salida para ventilar el Amor por sus creaturas, está impaciente esperando porque vuelvas a casa – viviendo en la Divina Voluntad, que es el orden, el lugar y el propósito para el cual fuimos creados.
Luisa Piccarreta
Vivir en la Divina Voluntad es :
1. Fundir nuestra voluntad con la Voluntad de Dios, operando en una sola voluntad – la de Dios.
2. Permitir que Jesús viva su Vida Divina en nosotros, invocando conscientemente que la Divina Voluntad ejecute cada uno de nuestros actos.
3.No hacer ningún acto a solas, sino dejar que la Voluntad de Dios lo haga en ti, y contigo.
4. El Creador obrando en la creatura.
5. Responder con nuestro pequeño "te amo, te adoro, te alabo, a los actos de Dios, en sus "Te Amo, de la Creación, la Redención y la Santificación" del hombre.
6. Abandonar nuestras maneras humanas de