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Los Giros En La Divina Voluntad Parte 2

 


 

que nos enseña la Iglesia. También nos ayudará a conocer mejor que es y que significa "El Reino de la Divina Voluntad como en el Cielo en la tierra", la lectura y reflexión de los escritos de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta "La Pequeña Hija de la Divina Voluntad", que tienen este tema como tema central. Amamos este Reino si ponemos en práctica, como María nuestra Madre, la Palabra de Dios y pronunciamos nuestro pequeño "Fiat" todos los días y en todos nuestros actos, unido al de Jesús y al de Ella.

La posesión de todas sus Obras
Por último, un precioso medio para desear y pedir este Reino, es hacer esta "Corona", pues al poner nuestro pequeño "te amo, te adoro, te bendigo, te agradezco" en todas las obras de Dios, hacemos a sus ojos, un acto de amor bellísimo, que nos va dando posesión de todas sus Obras y junto con ellas aprendemos a pedir al Padre su Reino.

Adore, el culto y bendecir a Dios
Es también un modo muy simple de orar que nos ayuda a cumplir con el primer deber de amor que toda criatura y todo hijo tiene: adorar, alabar, bendecir y agradecer a Dios por todas sus obras y por la Vida Divina que El nos ofrece y quiere compartir con nosotros.

MODO DE REZAR LA CORONA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se dice la "Oración Inicial". Señor y Dios mío, ahora que me dispongo a visitar las obras de tus manos, te pido me des tu Santo Espíritu y me concedas sabiduría e inteligencia espiritual,

La Corona Del Fiat Creador, Redentor Y Santificador.
Cielo nocturno como creado por Dios.

para conseguir un conocimiento perfecto de tu Voluntad. Jesús, quiero unirme a tu Santísima Humanidad para hacer este paseo, y Contigo sumergirme en la Divina Voluntad, en la que todas tus obras se encuentran, para cumplir con tu ayuda y la de nuestra Madre Inmaculada la santa tarea de hacer compañía, y corresponder con un "te amo, te adoro, te bendigo y te agradezco por mí y por todos" a tu Amor y a tu Voluntad en sus tantas manifestaciones en la Creación, Redención y Santificación del mundo. Es mi intención también, llevar a la presencia de la Santísima Trinidad cada una de sus obras y junto Contigo y nuestra Madre pedirle que "Venga su Reino, y que su Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo". Amén.

Ahora escoge libremente alguna de las cuatro partes en que están divididas "Las veinticuatro Horas del día en la Divina Voluntad" y da principio a la lectura de la meditación que

corresponde a cada hora. Al terminar cada hora reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria, que corresponden respectivamente a las cuentas blanca, roja y verde; se dice entonces la jaculatoria "Desciende oh Querer Supremo y ven a reinar sobre la tierra", que corresponde a su vez a la cuenta blanca grande. Terminadas las seis "Horas", se dice un Padre Nuestro, Ave María y Gloria por las intenciones del Santo Padre.

Las Veinticuatro Horas del día en la Divina Voluntad
PRIMERA PARTE

El alma se eleva en los brazos de su Creador y se arroja en su seno Divino, para unirse con El en todos los actos que hizo en la Creación por amor de ella, y no quiere dejarlo solo sino seguirlo en todo. Haciendo así, regresa a su origen y encuentra el principio de donde salió. Ahí, en su seno Divino, todo está presente como si en acto El estuviera creando todas las cosas.

La criatura quiere corresponder con todo su amor por cada cosa creada, para ello debe recibir en su alma el depósito del Amor y Potencia que su Creador hace salir de su seno con su FIAT Omnipotente en toda la Creación; y por eso corre en cada HÁGASE de su Creador, para recibir su Amor, y poder dar así amor por amor, gloria y adoración a Aquel que tanto la ama. Dios quiere a sus hijos siempre con El, en cada cosa que El hace, pues quiere la presencia y la compañía de aquellos a quienes ama y por cuyo amor está obrando.

Luego se transporta al Paraíso, recibe ahí el