FIAT de Dios, con el que infundió en el hombre el aliento y la Vida de su Voluntad. Se duele y trata de reparar con amor por su caída. Finalmente recorre todos los siglos para abrazar a todos los hombres, y para suplir por cada uno de ellos.
PRIMERA HORA
El alma sigue a la Divina Voluntad en la creación del Cielo y del Sol.
Jesús mío, quiero hacer mío todo el amor que tuvo tu FIAT Divino al crear el Cielo tachonado de estrellas, para poder a mi vez extender mi cielo de amor en tu FIAT Omnipotente. E invistiendo todo el Cielo con mi amor, quiero dar mi voz a cada estrella para que repitan conmigo: "Jesús, Te amo... Venga pronto tu Reino sobre la tierra". Vengo al Sol que creaste para mí, y quiero recibir toda esta luz y calor con todos sus efectos para poderte ofrecer también yo mi sol para exaltar, glorificar y bendecir por medio suyo la Luz Eterna, tu Amor inextinguible, tu rara Belleza, tu Dulzura infinita y tus gustos innumerables.
SEGUNDA HORA
El alma sigue a la Divina Voluntad en la creación del mar y del viento.
Jesús mío al llegar al mar, oigo su murmullo continuo, símbolo de tu Movimiento Eterno que nunca se detiene, y yo entro en ese Movimiento Divino que nunca cesa, que da vida a todos y lo hago mío para darlo a todos y pedirte para todos el Reino de tu Querer. Giro también en el viento para amar, alabar, cantar y bendecir el imperio de tu Voluntad en él; Jesús con el imperio de tu Querer has
que venga su Reino en medio de las criaturas y que domine en ellas de modo que ninguna le pueda resistir.
TERCERA HORA
El alma sigue a la Divina Voluntad volando sobre toda la tierra y admirando todas las cosas creadas.
Jesús mío, veo que toda la Creación está llena de tu Voluntad. Y yo quiero bendecir, glorificar y sellar con mi "Te amo" el orden y la armonía de toda la Creación para llevar a todos el orden y la armonía del Reino de la Divina Voluntad. Quiero también animar todo y dar mi voz a todos, a fin de que todos digan: "Venga tu Querer a reinar sobre la tierra."
Dios creando el mundo.
CUARTA HORA
El alma se transporta al Edén y se une a la fiesta de Dios en la creación del hombre.
Jesús mío, heme aquí en el Paraíso donde contemplo que con el Padre y con el Espíritu Santo estás formando tú querida joya, tu obra maestra, la bella estatua del hombre. ¡Con
cuánto amor la forman, cuánta belleza le infunden, de cuántos divinos matices la revisten!... Y no pudiéndose contener más, le infunden la Vida y vuestra semejanza. También yo quiero recibir tu soplo Creador y quiero amarte y adorarte con la misma perfección y santidad con la que te amó y adoró mi primer padre Adán; y ofreciéndote sus actos yo te pido que venga tu Reino.
QUINTA HORA
El alma asiste a la caída de Adán en el Edén, y trata de reparar con su amor.
Jesús mío, Adán y Eva salieron de tu Voluntad para hacer la propia, y del más alto grado de todas las felicidades, cayeron en el más grande abismo de todas las miserias. Para consolar tu Corazón yo quiero formar mi estable morada en tu Divino Querer y no quiero salir de Él nunca más.
SEXTA HORA
El alma continúa su reparación, pasa después revista a los principales personajes del Antiguo Testamento.
Jesús mío, deteniéndome en los principales personajes del Antiguo Testamento medito en ellos los prodigios de tu Divina Voluntad. Por eso pongo mi "te amo" en el sacrificio de Abraham, de Isaac, de Jacob, de Moisés, etc., y te pido el Reino de tu Querer.
SEGUNDA PARTE
El alma se mantiene en los brazos de su Creador y sigue a la Divina Voluntad deteniéndose en todos los actos de la Virgen María, los hace suyos y los da a su Dios como si le
